Anuncios y cookiewalls: La guerra de la privacidad
10 min lectura. 12 de febrero de 2024 [Internet] #Privacidad #ActualidadVivimos tiempos convulsos en cuanto a privacidad en la red se refiere. Navegamos rodeados de publicidad y las empresas usan cualquier medio a su alcance para hacernoslas tragar. Ha llegado a un punto en el cual hasta se ha legalizado pedir un pago por no recopilar tus datos para publicidad: los llamados cookiewalls que seguramente hayáis experimentado en algunos medios de prensa digital y otros sitios web. Sí, esos que piden dinero para permitirte rechazar sus cookies. ¡Ojo! No es un pago para evitar la publicidad, es un pago para que la publicidad que se te muestre no use los datos asociados a tu perfil de navegante de la red de redes. Es un pago para evitar que tus datos se vendan y se distribuyan a terceros. Si habéis visto películas de mafiosos seguro que encontráis unas similitudes abrumadoras entre ambos mundos.
Por suerte, si hay un aspecto que caracteriza al Internet que conocemos los que no hemos empezado a navegar hace 2 días es que hay mucha gente dispuesta a colaborar desinteresadamente para cortar las alas a quien se quiera lucrar traficando con nuestros datos, ya sea desarrollando sofware para mermar dichas deshonrosas prácticas, o para fletar alternativas lejos de sus garras.
Hoy os vengo a contar cuál es mi stack tecnológico para navegar por la red de manera más o menos tranquila. Hay varios niveles, desde el más permisivo (ciudadano medio que no se preocupa o directamente desconoce de qué va el tema), hasta niveles que mucha gente podría calificar de casi conspiranoicos. En mi caso me situo más o menos en el medio de la escala de grises: Navegar cómodamente evitando la mayoría de la basura, pero sin volverme loco. Ah, y sin pagar por servicios más allá de nuestra conexión a Internet.
PiHole
Empecemos desde "fuera". Tengo un par de Raspberry Pi's en casa, aunque a día de hoy solo utilizo una de ellas, y únicamente para un propósito: Evitar cerca de 1 millón de dominios (y subdominios) dedicados a anuncios, telemetría y otras prácticas que no son bienvenidas en mi casa.
En este pequeño dispositivo tengo un programita bastante famoso llamado PiHole que hace realidad gran parte de mi comodidad. Explicado muy resumidamente, es un servicio que resuelve DNS's, bloqueando aquellas no deseadas (publicidad, rastreadores, etc). Actualmente mi lista negra tiene unos 900 mil dominios bloqueados, pero hace cosa de un mes casi llego a 1 millón 300 mil. La lista se actualiza cada madrugada y obtiene información de listas públicas, así que va variando según lo que la gente que cura dichas listas incluye o excluye.
No quiero entrar en más detalles para no aburriros, estimados lectores, pero este proceso de bloquear dominios enteros de anuncios tiene un efecto secundario gratificante: una mejor velocidad de navegación, ya que te ahorra ancho de banda y recursos de tu dispositivo al no recibir y procesar molestos anuncios e innumerables scripts para rastrear tu actividad.
Firefox
Ah, los buenos tiempos... (dice con voz de anciano digital). Ahora en serio: Mozilla Firefox lleva mucho tiempo entre nosotros, pero es verdad que a día de hoy no goza la popularidad de antaño. La inmensa mayoría de navegadores actuales son un "Chrome con cosas", por así decirlo, salvo honrosas excepciones. Firefox es una de esas excepciones, va por libre en ese sentido (para bien o para mal). Esto hace que no sea un engranaje más en la maquinaria del mal.
Antes de hablar de extensiones del navegador, cabe destacar una característica nativa de Firefox que contribuye a nuestra misión de preservar nuestra privacidad en la medida de lo posible. La podéis encontrar en las Preferencias > Privacidad y Seguridad. Tiene el modo estándar y el estricto (este último es el que tengo yo activado) y se encarga de bloquear rastreadores de redes sociales, cookies entre ventanas/pestañas, rastreadores de huellas digitales (no las de tu dedo, sino la "firma" que dejamos al navegar de una manera determinada), etc.
Tiene también otra característica que pide a los sitios web que no nos rastreen o que no trafiquen con nuestros datos. Pero como estas últimas peticiones pueden ser convenientemente ignoradas por sitios web que se quieren lucrar a costa de nuestra navegación (¡qué casualidad!), aquí es donde entran nuestras armas más potentes, las extensiones del navegador.
Extensiones del navegador
Quizá esta sección sea la más fácil de implementar para aquellos interesados en mejorar su privacidad. Poner a funcionar PiHole requiere de ciertos conocimientos de informática que entiendo que no están presentes en el cerebro de todos los internautas, así que únicamente con esta sección os podéis proteger bastante.
Nota: estas extensiones que nombro a continuación están disponibles tanto para la versión de Firefox de escritorio como de móvil, lo cual es una noticia magnífica para nuestro bienestar digital. También suelen estar disponibles para otros navegadores, en caso de que no os venga bien usar Firefox.
uBlock Origin
Un clásico imprescindible (parece que estemos hablando de cine). Bloquea automáticamente anuncios de muchos sitios web. Además es uno de los recomendados por Firefox, así que pocas razones más hacen falta.
DuckDuckGo Privacy Essentials
https://addons.mozilla.org/en-US/firefox/addon/duckduckgo-for-firefox/
Otra herramienta que nos ayuda a preservar nuestra privacidad. Bloquea rastreadores, cierta protección contra cookies de terceros, etc. Y también está recomendada por Firefox.
Privacy Badger
Esta extensión se dedica a llevar un registros de los rastreadores que hay en cada sitio web que visitas. Si ve que el mismo rastreador está presente en múltiples sitios le restringe el acceso para evitar que dicho rastreador pueda unir tu actividad en diferentes sitios web y estudiar tu comportamiento. Y, por supuesto, recomendado por Firefox.
Consent-O-Matic
https://addons.mozilla.org/en-US/firefox/addon/consent-o-matic/
Seguro que estáis hartos de tener que lidiar con banners de cookies cada vez que entráis en una web nueva. En este caso la extensión intenta hacer el trabajo por nosotros. Si son avisos de cookies con un formato habitual intenta rechazar las cookies, en caso de que no sea capaz, a veces puede aceptar las cookies (si ve que no tiene más remedio), o no realizar ninguna acción en caso de que la extensión no sepa cómo lidiar con dicho aviso.
Esta extensión es la única de la lista que no está explícitamente recomendada por Firefox (lo que no significa que esté desaconsejada). Aún así me parece útil y cómoda, ya que puede gestionar los avisos de cookies de manera transparente para el usuario. Y para aquellos a los que les preocupen las cookies a otro nivel, tenemos la joya de la corona guardada para el final.
Cookie AutoDelete
https://addons.mozilla.org/en-US/firefox/addon/cookie-autodelete/
Esta extensión permite borrar cookies de los sitios al cerrar la pestaña o el navegador, pudiendo configurar algunos sitios de confianza en los que mantenerlas, sobre todo por la comodidad de mantener sesiones de usuario abiertas. ¿Os acordáis de los cookiewalls de los que hablábamos al principio de esta publicación? Con extensiones como esta pierden prácticamente todo su poder. Podemos aceptar todas las cookies, navegar un rato por ese sitio hasta encontrar lo que buscamos, cerrar la pestaña y pasados unos segundos todas esas cookies se habrán borrado, con lo que su acción queda tremendamente limitada.
Otros consejos
Buscadores web
Si os preocupa la privacidad (supongo que sí, si no no habríais llegado hasta aquí), quizá usar Google como buscador no sea la mejor opción. Yo a día de hoy utilizo DuckDuckGo, a pesar de que tampoco es el buscador definitivo e infalible, pero desde luego que es más respetuoso que aquellos que tenían de lema Don't be evil. En cualquier caso existen otros buscadores por si no os convence la alternativa que os propongo.
RSS/Atom
Otra opción de consumir contenido de sitios web que lo implementen es mediante su RSS/Atom, utilizando un lector o agregador para ello. RSS y Atom son estándares similares (se suele abreviar nombrando RSS como sinónimo para ambos) que permiten distribuir el contenido (noticias, entradas de blog, publicaciones, etc) de un sitio web para ser consumido sin necesidad de entrar al propio sitio web.
Si el RSS del sitio web proporciona la publicación entera disponible no necesitaréis entrar al sitio web (lo podéis leer enteramente desde vuestro lector o agregador de cabecera). La ventaja de consumir contenido de esta manera es que evita el rastreo y (generalmente) los anuncios que puedan aparecer en la versión convencional del sitio web.
Nota: Este blog desde el que os escribo tiene RSS (lo podéis ver en el pie de página), con lo que perfectamente podréis leerme sin entrar a mi web. Tampoco tengo cookies, ni rastreadores, ni analíticas de tráfico así que podéis usar la manera que más cómoda os resulte, que yo no me voy a enterar.
Redes sociales
El elefante en la habitación. Son un agujero de privacidad tremendo porque somos los propios usuarios los que cedemos nuestros datos tanto de manera consciente como inconsciente, y nos dejamos bombardear por anuncios de manera incesante (qué ironía, ¿verdad?). Tampoco voy a recomendar que vivamos todos en una cueva sin contacto con el mundo exterior, pero sí puedo recomendar algunas redes sociales por encima de otras.
Desde hace ya un par de años tengo algunas cuentas en instancias de Mastodon que no son más que servidores en una red federada de redes sociales llamada Fediverso. En unas pocas palabras: ¿Te imaginas un Facebook, Twitter, Instagram, Reddit, YouTube, etc sin una gran corporación detrás, sin publicidad ni algoritmos? Eso es el Fediverso.
Acto seguido, ávido lector, te preguntarás: ¿Cuál es la parte mala, por qué no está toda la humanidad ya usando dichas redes sociales? Gran pregunta, sin duda. Para mí se resume en dos motivos principales:
- Desconocimiento: la mayoría de mis conocidos, amigos y compañeros de trabajo con los que he hablado de esto no estaban enterados de la existencia de dicho universo de instancias interconectadas.
- El efecto es que ahí no están mis amigos: la gente no entra porque no está ahí la gente que conoce, y esa gente no entra ahí porque desconoce su existencia o porque no están sus amigos. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Por otro lado, la falta de algoritmo puede ser un poco intimidante al principio. La gente suele decir que sienten como que su timeline (o muro, o feed o como queráis llamarlo) parece vacío o con poca actividad, pero a la larga es quizá lo mejor de estas redes sociales: Ves únicamente lo que tú quieres ver, ¿qué más quieres?
Conclusiones
Mi consejo es que penséis que la privacidad absoluta no existe. Para navegar por Internet nuestros datos van pasando por multitud de lugares, y para mantener una conexión tiene que haber contacto entre las partes. Sin embargo creo que se puede mantener un nivel de privacidad y ausencia de anuncios bastante cómoda con relativo poco esfuerzo. Y eso es lo que pretendo mostrar en esta pequeña guía, algo efectivo sin volvernos locos.
Puede que muchas de las herramientas que he presentado aquí tengan cierto solapamiento entre ellas, al tener objetivos o características similares, lo cual puede parecer redundante. Sin embargo, en este caso más vale tener de más que de menos. Espero que esta guía os ayude a protegeros.
Un saludo, internautas. ¡Que tengáis una navegación placentera y segura!
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